viernes, 19 de septiembre de 2008

Niñez por Ana Adjman - Alabanza a "Ibeji" Septiembre 07

Me pidieron que escribiera sobre la niñez, y la verdad que la cabeza no para, el alma menos.
Es imposible, o por lo menos en este momento el no remitirme a mi niñez, de la cual puedo decir muchas cosas, como que no fue feliz, pero tampoco infeliz (si es que hablo de una felicidad eterna que no existe, pero si momentos), en la cual me sentía muy sola, aunque no lo estaba, en la que era muy tímida aunque sociable, en la que no entendía un montón de cosas fuera y dentro mío, pero supongo que eso es parte de ser niña, y también de ser adulto.

No dejo de sentir felicidad al sorprenderme, descubrir cosas nuevas así como cuando era chica, y ojalá hubiera podido internalizar en ese momento como ahora.
Siento que vivía pero no sentía, pero aunque me cueste decirlo debo reconocer que soy terca, persistente y constante, y eso y más me dieron fuerza.

No me gusta volver a la niña “abandonada”, sufrida, a la “Anita la huerfanita”, a la “pobre Anita”. Y también me hubiera gustado poder darme cuenta de esto en eso momento, hablar, llorar, pedir, y no ahora.

Tuve momentos alegres, registralos y acordármelos, pude vivir “cosas de niña”, como jugar a la vendedora con mis amigas o mi hermana, al elástico, a la mancha, a las escondidas, disfrazarme, armar guiones de teatro y representarlos, canciones de protesta, reírme al ver a mi abuela antes de dormirnos hacernos una representación teatral, jugar con mi abuelo a las cartas, jugar sola con mi amada granja de plástico, dibujar, pintar, y tantas otras cosas…

A veces siento que vuelvo a esto y me lo reprimo o me da vergüenza, y a veces por suerte sale, aunque parezca ridícula o poco madura.

Que es ser adulto? No creo que sea olvidarse de ser niño.

Estaría bueno que no le tuviera tanto miedo a la intuición, que en las palabras y
los actos de los chicos suena gracioso, pero en la adultez puede herir si no entiendo que me pasa, y me lo guardo, y me siento mal, o egoísta.

Seguir sorprendiéndome y asombrándome de lo que sea.
Entender que ser niña no significa no tener voz ni voto.
Que se puede sentir sin vergüenza y no coartar los sentimientos por miedos, y pensar como un niño que se anima a todo, aunque sepa que lo van a retar.
Que he sufrido de niña y de grande, pero que también sigo jugando, inventando, creando, disfrutando y riendo, compartiéndolo o no.

No hay comentarios: